La mujer, de 39 años, entró en coma y la niña avisó a una azafata. Un médico pidió un aterrizaje de emergencia.
Puede contarlo gracias a su hija de 6 años. Estaban en pleno vuelo. Habían salido de Inglaterra (Reino Unido) con destino a Creta (Grecia) en un vuelo de la compañía Ryanair. Con apenas seis años, la pequeña se percató de que su madre, de 39 años, no se encontraba bien. Y no era para menos. Estaba sufriendo un ictus, según ha informado el Herald Publicist.
La mujer, Alexandra Hajipaulis, no reaccionaba. Estaba inconsciente. Por ello la pequeña Jaideen se apresuró a avisar a una azafata. Entonces, un médico que se encontraba en el avión se dio cuenta de la gravedad de la situación y dijo que tenían que aterrizar para que la mujer pudiera sobrevivir y no corriera ningún riesgo vital.
El piloto realizó una parada de emergencia en una ciudad de Italia desde donde trasladaron a Alexandra a un hospital. Estaba en estado de coma. Al parecer el accidente se debió producir por una burbuja de aire en una vena, que llegó hasta su cerebro debido al cambio brusco de presión cuando el avión despegó.
En el centro sanitario la mujer fue intervenida quirúrgicamente. A los diez días despertó del coma. Sufre secuelas: tiene las dos piernas y uno de los brazos paralizados. Pero Alexandra está muy agradecida a Jaideen. «Estoy muy orgullosa de ella. Me salvó la vida a pesar de su edad», ha asegurado.
Estuvo un mes ingresada hasta que pudo ser repatriada a Reino Unido. Su familia tuvo que realizar una campaña de GoFundMe para pagar los gastos hospitalarios que ascendieron a 30.000 euros, tal y como ha adelantado el New York Post. Los hechos ocurrieron el pasado mes de julio pero se han difundido ahora.
Fuente: ABC